EL BLOG SILENCIOSO

Recientemente, las noticias que intento evitar se colaron hasta mis ojos insistentemente con el titular de una tal y cual que al parecer “engañó” a su publico haciendo una exhibición no solicitada de sensualidad explícita en el escenario, cuando en realidad se esperaba un espectáculo diferente. Azote popular al ver que la artista proveniente de Operación Triunfo, “decepcionó” a sus seguidores.

Es importante para mí entender qué significa Operación Triunfo y los productos que emanan de allí supuestamente consagrados bajo un título que garantiza, de dudosa manera en algunos casos, la exquisitez de uno u otro.

– Existe una competencia.
No es posible el arte bajo el mandato del éxito obligatorio. El arte -y desde las cavernas- ha sido, es y será la expresión mas íntima de una persona. Si esa expresión se manipula hasta lograr niveles de aceptación de la audiencia, mal vamos. Es decir: todos quieren ser reconocidos y el precio a pagar no debiera ser “acomodar tus acordes” para competir con otros y satisfacer orejas ajenas.

– No existe rebeldía.
Hace tiempo escribí acerca de la complacencia de la música (https://blog.guillermocides.com/el-temible-confort-de-la-musica/) donde un futuro aburrido nos invadirá hasta la muerte. Un artista no puede ser complaciente para con su arte. Debe arriesgar, innovar y provocarse a sí mismo. Operación Triunfo está lejos de eso y quitando contadas excepciones, los “artistas” son condescendientes 100% con la tendencia del mercado. Incluso la desnudez en escenario, marca el camino de hormigas al que músicos está dispuesto a acceder con tal de ganar su tan deseada fama.

– No existe jurado posible.
Hemos pasado de tener señores barrigones sentados en grandes escritorios de discográficas decidiendo si un artista vale o no -a los que por suerte hemos vencido con los años-; a tener ahora otros señores y señoras vestidos para la ocasión y decidiendo quien vale o no. Pareciera que el artista es una especie de esclavo social al que debemos humillar públicamente, hacerlo pasar por pruebas y filtros para finalmente exponerlo en un escenario y luego criticarlo cuando se avista un intento de rebeldía fuera de lo pautado.

– Los Beatles son africanos.
El mercado musical que conocemos no está apoyado en “talentos únicos que debemos descubrir en TV”, sino en sistemas de mercado que tienen mas poder sobre otros. Es decir: los Beatles podrían haber sido africanos perfectamente, pues el talento natural del continente originario aún conserva su altísimo nivel de arte musical que no es visible simplemente porque Sony Music no trabaja desde allí. Eso sí: ahora los blancos cantamos como ellos – gracias Nina Simone [>] ya no necesitamos tus servicios.

– Los verdaderos artistas no van a Operación Triunfo.
Hay -somos- muchos los músicos que nos hemos arriesgado a innovar y ofrecer algo diferente. Nosotros no vamos a Operación Triunfo porque simplemente lo que consideramos “éxito” ya lo hemos obtenido: el simple placer de haber encontrado en esta vida una forma de expresarnos. Mira qué simple que era triunfar.

– Vencer a la muerte.
Finalmente -y filosóficamente hablando, algo de lo que la televisión carece- el arte tiene un ultimo objetivo: trascender. No solo como personas sino trascender como humanos, ese paso gigantesco que damos todos a la vez y que cada 100 años evoluciona un poco mas. El arte forma parte de ese paso y los/las artistas tenemos un trabajo serio que hacer mientras tanto. La música que permanecerá en el siguiente siglo, no vendrá de ningún triunfo operacional. Vendrá de una caverna escondida que se perpetuará silenciosa por siglos de los siglos, amén.

G.C.