Este documento histórico – recuperado años después- es parte de la maravillosa historia que hice con el Stick en mi país. Cada concierto, gira o álbum, fue hecho con el gran esfuerzo de creer en otra forma de hacer música. En ese camino, muchas personas y músicos -como Lito Vitale- me abrieron sus puertas creyendo en mi trabajo. Desde entonces, he intentado honrar esa ayuda tratando de mantenerme fiel a mis principios hasta el día de hoy. No me siento especial por ello, solo “un trabajador especializado”, un luchador incansable y un afortunado por poder vivir con y para la música.
G.C.