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Bitácora personal de Guillermo Cides

EL BLOG SILENCIOSO

Art by Mariana Crottollini (Argentina)

Cuando a los 20 años te das cuenta de cómo es el mundo, tienes dos opciones: o hacerte revolucionario o artista.

La búsqueda de la belleza.

Por Guillermo Cides

Las redes sociales. La prensa amarilla. La pandemia. Las acciones que vemos cada día en tiempo real. Todo es una foto de una misma imagen: que el mundo es egoísta. Que el dinero es una avalancha de nieve tan grande, que es imposible detenerla incluso aunque destruyamos el mismo mundo en el que vivimos. Entonces se detendrá.
No solo es posible destruir una capa de ozono: se destruye la ética, la emoción, la empatía, la salud, el acceso a una vivienda digna. Se destruye la inteligencia, la organización social que ha costado construir.
Recién estamos en en 2021, un año antiquísimo. Vivimos en la antigüedad. Dentro de 1.000 años todo lo que creemos que debiera ser, será. Hasta entonces nos debemos al oscurantismo, a la guerra de clases, a la estupidez. Vemos con soberbia los siglos anteriores sin darnos cuenta que nosotros mismos vivimos en un siglo aún medieval, donde es mas importante invertir en crear oxigeno en Marte que en nuestro propio planeta. Donde es mas importante buscar una solución para la descalcificación ósea de los astronautas en el espacio, que a los pobres del planeta Tierra.
Amo el universo, su sentido y la búsqueda de su origen. Pero más amo a nuestra especie humana flotando en una gota de agua en el espacio.
Cuando a los 20 años te das cuenta de cómo es el mundo, tienes dos opciones: o hacerte revolucionario o artista. La única manera de que nuestra conciencia cambie en los siguientes 1.000 años, es descubriendo la belleza. O construirla con revoluciones. Solo a través de la belleza podremos avanzar, porque la belleza del mundo que nos rodea descubre nuestra propia belleza individual. Y descubrir nuestra belleza nos hace seres mas inteligentes, mas perceptivos, mas eficaces. Más humanos.
El mundo está gobernado por ciegos que no están listos para ver la belleza. Y mas de la mitad del planeta no entiende de lo que estoy hablando.
Vivimos en el siglo equivocado. Un siglo antiguo y medioevo, donde muchos -quizás tú y yo- echamos de menos un mundo que aún no existe, pero que es bello desde hace siglos.

G. C.

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