El primer concierto de Stick en Argentina.
“La historia cuenta lo que sucedió. La poesía lo que debía suceder.” decía Aristóteles.
Hoy veo aquel primer día que marcó mi punto de salida. Fue un viernes 4 de diciembre de 1992. Lo veo con la curiosidad del que descubre un secreto en un baúl y lo abre despacio, sabiendo que aquellos papeles antiguos contienen aún los secretos del futuro entre sus líneas.
Mucha agua corrió por el río desde aquél primer acorde en la sala “Nativo” (y que después fuera el mítico Ave Porco) en plena avenida Corrientes de un Buenos Aires húmedo y ansioso. Conciertos, viajes y un mundo lleno de historias se rebalsaron sin remedio en la poesía de lo que fue después mi vida musical junto a mi compañero: el Stick. Álbumes, giras, mas músicos, escuela de Stick, Stick Camp, festivales en países extraños con idiomas divertidos. Todos resonando aún en las ondas hechas en el agua por aquél “Primer Concierto de Stick” que se ofrecía en Argentina un 4 de diciembre de 1992.
Un solo músico parado ante la nada. Un público que nunca había visto esa forma de hacer música con un nuevo instrumento. Una pregunta en el aire que se desgranó en cada canción de aquél día y respondía, al público y al músico a la vez, que sí se podía hacer algo diferente, algo nuevo, algo nunca hecho antes.
Músico y público, contemplando cómo las notas viajaban por primera vez solas hacia el futuro. Sin rumbo, sin dueño y sin intención, como estrellas en un universo desconocido existiendo por la sola razón de existir.
Viernes 4 de diciembre de 1992. El día que comenzó El Mundo Interior de los Planetas y con él, el último de los viajes, el mas largo, el mas maravilloso, el mas interminable viaje: el de la música con el Stick.
G.C.